Uno de los momentos que mas disfruto de viajar es sentir el respirar de las plantas, disfrutar de sus hermosos paisajes, recibir su energía, es desconectarme de todos los problemas, el ruido de la ciudad, los malos olores y conectarme con la paz, me atrevería a decir que es conectarme a la vida, sin pretender dar a entender que no disfruto mi trabajo en la ciudad, si no mas bien, de demostrar que todos comos seres humanos necesitamos de conectarnos con la naturaleza.
Y justamente ese fue mi principal motivo de desconectarme de la ciudad y conectarme a la naturaleza, para recordarme a mi mismo, que soy un ser humano y
que también formo parte de la inmensa y maravillosa creación.
Con ese fin decidí retirarme en un lugar por poco casi recóndito y abandonado, del cual puedo aseverar solo lo habitan 5 parejas de abuelitos, que
decidieron firmemente quedarse en el lugar donde sus padres los criaron, sin la presencia de mas de un joven, se puede disfrutar de paz, tranquilidad y del dominio de la naturaleza a sus
alrededores.
Ubicado entre una de las rutas mas visitadas por turistas y los de los pueblos mas lejanos, este espacio puede parecer fuera de lugar o quizás el simple
resultado de la aspiración de los jóvenes por salir a la ciudad, es aquí donde recuerdo pasé muchas navidades, vacaciones y hasta escapes repentinos por conectarme con mis
recuerdos.
Se me viene a la mente imágenes de cuando niño jugábamos primos y familiares a ser lo que quisiéramos, unos eran cantantes, otros locutores, super
héroes, algunos simplemente se dedicaban a ser espectadores del espectáculo y otros marcábamos el rumbo de nuestras vidas, es aquí donde descubrí que disfrutaba de la naturaleza, de viajar,
caminar, leer y la fotografía, guardando por muchos años el anhelo de fotografiar cada parte de este lugar, esta vez ya con la cámara lista, me decidí a plasmar en cada fotografía todo lo que en
mi mente aun conservaba, algunos ya casi como recuerdos perdidos, algunos borrosos, otros se me venían tan claramente como si fueran ayer, incluso cada vez mas vividos, que al fotografiarlos
podía nuevamente escucharlos reír, gritar o correr.
Se que a estas alturas te estarás ya preguntando donde queda este lugar casi abandonado, aun mejor de decirte donde queda y como se llama, quiero
invitarte a que lo descubramos juntos mediante este relato y que lo conozcas en las fotografías y que mas tarde cuando lo compartas en tus redes, lo hagas con la pregunta
de: ¿donde queda este lugar?.
Eran las 4 de la tarde y después de horas de disfrutar del sol, de la luz del día, Dios, decide bendecirnos con la lluvia, que llega sin avisar y aprisa,
desde mi escondite a casi 1 kilómetro de mi vivienda, me lanzo a correr frenéticamente, esquivando charcos, barro que se forma enseguida, la cámara que se esta mojando, los libros que llevo
conmigo, me rió al darme cuenta de que ya es tarde para correr pero que tampoco puedo volver o esconderme, solo me queda acelerar el paso y proteger mis recuerdos en la cámara; ya bajo
techo, revivo lo sucedido y me siento agradecido, una vez mas recuerdo que soy un ser humano y mas que nunca me siento parte de la naturaleza.
Cada vez se acerca mas el momento, son las 8 de la noche, se huele una rica sopa preparada por todas las mujeres de la casa y se escucha la risa de los
hombres mientras toman unas cervezas, solo puedo pensar en que por una noche, a pesar de estar en un lugar casi abandonado, me parecerá estar nuevamente en la ciudad, con personas por todas
partes, música estridente, borrachos, humo de cigarrillo, en un par de horas se irá la paz y ya no se oirá el respirar de las plantas, pero llegarán los buenos deseos de todos los
invitados, de familiares, amigos, pienso un momento y me doy cuenta que esta es una de las fechas mas importantes del año, en la televisión, radio, medios de comunicación, se suele ver que es la
fecha de la familia, donde se comparte, se ríe y se ve a familiares que durante otra fecha no se los podría ver, porque viven lejos o su trabajo no los deja, este año fue un año de cambios, de
perdidas, aprendizajes y parte de ello, fue el de vivir por mis sueños, ya con mis recuerdos guardados en mi cofre de madera, me decido a disfrutar la noche como venga, sin importar si esto
significa abandonar por un momento mi paz para dejar que se apodere la felicidad y el holgorio.
Me despido, será hasta una próxima publicación en este blog para viajeros, me voy disfrutando al igual que tu de este maravilloso lugar y te invito
a que comentes o publiques:
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